Temas diversos

¡Ver para creer! los pilotos que volaron 64 días sin parar en una Cessna 172

En el mundo de la aviación encontramos historias y récords de todo tipo: velocidad, altitud, duración, etc. Este ultimo tiene una marca bastante llamativa: 64 días volando sin parar… a bordo de una pequeña Cessna 172. What? Así como lo lees. Dos meses en el aire sin parar en una aeronave no precisamente reconocida por su espacio o su rango de vuelo.

Esta extraña y llamativa hazaña tuvo lugar en los Estados Unidos desde diciembre de 1958 a febrero de 1959 en la ciudad de Las Vegas, Nevada. La idea vino de Robert Timm, piloto y técnico de aeronaves, quien convenció a Doc Bailey, dueño del hotel y casino “Hacienda, donde trabajaba como técnico de maquinas de apuestas, de que romper este récord seria una buena estrategia publicitaria para el hotel, que necesitaba de manera urgente mejorar su imagen.

Bailey, que buscaba seriamente mejorar la reputación del hotel, acepto la oferta y apadrino económicamente la hazaña. Esto seria tarea fácil: el récord previo era de nada más y nada menos que 50 días, establecido en 1958 por Jim Heth y Bill Burkhart en Dallas, Texas, a bordo de otra Cessna 172.

¿Cómo se prepararon para superar dicha meta entonces?

La aeronave

La pregunta de muchas personas a este punto es como lograron mantener volando una Cessna 172 por tanto tiempo y de que manera los pilotos soportaron dos meses a bordo de esta maquina. Esta aeronave, matricula N9217B, fue modificada extensamente por Timm y su amigo el mecánico Irv Kuenzi, durando alrededor de año para adecuarla al vuelo.

Por lo visto las Cessnas 172 también son buenas para romper récords. Floto: Jimmy Lorenzo.

Lo primero es el tema del combustible. Adicional a los 47 galones de combustible que lleva en las alas a la aeronave se le instaló un tanque de combustible en la parte inferior del fuselaje de 95 galones adicional que podía ser reabastecido en vuelo mediante una manguera que transfería el combustible desde un camión. Para esta operación se le instalo además un pequeña plataforma que podía descender y facilitar este proceso

Con una bomba eléctrica el combustible era transferido desde este tanque adicional a los tanques principales en las alas, lo que soluciona el temita de la autonomía de vuelo. El avión además tenia un piloto automático instalado, lo que ayudaría grandemente a los pilotos en su larga prueba.

Aparte de esto todo el interior de la aeronave se removió con excepción del asiento del piloto. Junto con esto se modificaron las líneas de aceite del motor para poder cambiarlo en vuelo junto con los filtros de aceite sin necesidad de apagarlo.

Te puede interesar  Conoce al ¨Air Force Two¨, el Boeing 757 en el que viajó Antony Blinken a RD

La puerta del copiloto se reemplazo con otra que podía ser plegada y les facilitó a los pilotos el proceso de recarga de combustible desde un camión en tierra, desde donde se les pasaba por igual comida, agua y otras provisiones para seguir su vuelo.

Dado que uno de los objetivos era promover el hotel de Doc Bailey el avión llevaba el nombre “Hacienda” bien visible a lo largo de todo el fuselaje.

El vuelo hacia la fama

Bueno, resulta que Robert Timm no tuvo mucha suerte al principio con su proyecto; los primeros 3 vuelos se quedaron cortos de la meta por problemas mecánicos con la aeronave (el más largo durando “solo” 17 días). El cuarto intento inicio en la tarde del 4 de diciembre del 1958, despegando la aeronave desde el aeropuerto internacional McCarran, en Las Vegas.

Aparte de instalarle otro motor a la aeronave Timm también iba con un nuevo copiloto (todo indica que no se llevaba nada bien con el primero) de nombre John Wayne Cook, mecánico y piloto de línea aérea de Las Vegas.

Los primeros días Timm y Cook se mantuvieron sobrevolando el área de Las Vegas y luego se mantuvieron entre zonas desérticas de Blythe, California y Yuma, Arizona. Para evitar que los pilotos hagan trampa aterrizando en algún aeródromo inhóspito se marcó uno de los neumáticos con una línea blanca que los delataría fácilmente.

¿Y qué se puede hacer todo ese tiempo ahí arriba? En aquel tiempo aún no habían laptops o consolas portátiles de videojuegos, por lo que en algo debían de invertir su tiempo los pilotos.

Aparte de volar y reabastecer la aeronave de combustible dos veces al día Timm y Cook leían comics y jugaban uno que otro juego para entretenerse, además de hacer ejercicios dentro de lo que podía en la Cessna 172.

El “Hacienda” durante uno de sus tantos reabastecimientos aéreos de combustible. Foto: Howard Cannon Aviation Museum.

A la cuarta fue la vencida, y el 23 de enero de 1959 lograron superar la marca mundial de 50 días volando de manera continua. Para asegurar que a nadie más le pase por la cabeza intentar romper ese récord deciden seguir en vuelo hasta el 17 de febrero de ese año. Y realmente lograron su cometido: desde entonces nadie más ha intentado nuevamente semejante cosa.

Ok pero…¿No se asearon o durmieron en todo ese tiempo ?

La respuesta es si; por imposible que parezca los pilotos se bañaban y dormían durante los dos meses que duraron en el aire, aunque no de la manera más cómoda.

Te puede interesar  FIR Santo Domingo: conoce su historia y desarrollo

Una de las cosas con las que se equipo este 172 fue con un lavabo en la parte de atrás donde Timm y Cook podian lavarse los dientes y afeitarse. Pero el baño era algo más complicado ya que se aseaban con un cuarto de galón de agua parados en la pequeña plataforma exterior que mencionamos más arriba. Ya se pueden imaginar semejante escena en una aeronave en pleno movimiento durante 64 días.

Para sus necesidades fisiológicas se llevaba a bordo un inodoro portátil. Los desechos los tiraban en zonas no pobladas en bolsas plásticas. Ya puedes imaginarte como seria ir al baño en una C172 – con turbulencia incluida-.

El 172 llevaba un cojín del largo del fuselaje donde los pilotos dormían por turnos. Debido al ruido del motor de la aeronave y las condiciones del vuelo ninguno de los pilotos dormía bien, y esto por poco les sale caro esto: una noche Timm se durmió durante una hora mientras pilotaba la aeronave, despertándose a las 4AM volando por un cañón entre Blythe y Yuma. Por suerte el piloto automático estaba activado, salvándolos de un muerte segura.

Esta hazaña no estuvo exenta de problemas, ya que luego de 39 días en el aire el generador de la aeronave se daño, dejándolos sin luces, calefacción, radio y la bomba eléctrica que transfería el combustible a las alas. Debido a eso este último proceso con una bomba manual por lo todo el tiempo restante en el aire. Básicamente improvisar con lo que se tiene a mano para mantenerse en vuelo.

Un legado para siempre

Robert Timm y John Cook lograron su meta y el Hotel Hacienda consiguió la promoción que necesitaban, aparte de ser recordado más allá de su cierre y demolición en 1996 por este récord . Los pilotos volvieron a sus antiguas labores, falleciendo Timm en 1978 y Cook en el 1995. La aeronave fue vendida a un propietario privado en Canadá y tiempo después retorno a Las Vegas.

Hoy la nave esta en exhibición en el aeropuerto Intl McCarran, un símbolo de orgullo para la llamada “ciudad del pecado”.

La nave en su lugar de descanso final. Foto: Adolf Galland.

La Federación Aeronáutica Internacional ya no reconoce nuevos récords de este tipo debido a cuestiones de seguridad en cuanto a las tripulaciones. Esto es un legado de los riesgos que tomaban los aviadores del siglo XX para inscribir sus nombres en los libros de historia. De nuestro lado no nos interesa durar tanto tiempo en el aire, mucho menos en una Cessna 172.


LEAVE A RESPONSE

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lic. en Comunicación Social, despachador de vuelos y piloto privado. Creador y administrador de Dominicana Vuela. Amante de la lectura, música y café.
error: Content is protected !!