Aviación militar

FARD inyecta nueva vida a su flota de T-35 Pillán; volarían hasta la década del 2030

Con la adquisición a España de siete unidades de segunda mano del ENAER T-35 Pillán (designados como E-26 Tamiz en el Ejercito del Aire y del Espacio español), la vida del pequeño entrenador chileno con la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD) se extendería hasta mediados de la década de 2030 – y quizás más-.

El comunicado oficial sobre la adquisición de las unidades a España emitido el pasado 20 de julio por la FARD así lo confirma, además de dar a conocer diversos puntos de interés referentes a esta compra que en días pasados desató un avispero en el país debido a la edad de las aeronaves.

De acuerdo a la nota de prensa la institución cuenta con personal y piezas que podría mantener operativa a la flota de T-35 por la próxima década:

¨La incorporación de estos siete aviones “T-35 Pillán” permitirá a la FARD continuar con la formación de nuevos pilotos, ya que cuenta con varios instructores capacitados en este modelo. Además, la institución dispone de una plataforma de técnicos de aviación especializados en sus diferentes sistemas y de los componentes necesarios para mantener estas aeronaves operativas durante al menos 10 años más¨.

Esto significa que la flota de T-35 se mantendría operativa por lo menos hasta 2034, teniendo en cuenta que el lote de 7 aeronaves esta supuesto a llegar a lo largo de agosto de este año según la institución, por lo que seguramente los veremos en vuelo antes de finalizar el 2024. La flota total aumentaría a 10 unidades sumando los tres aviones que aún quedan del lote original de ocho comprado a finales de los ´90.

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La edad de las T-35 adquiridos

Mucha gente ha criticado la edad de estas aeronaves – más de 30 años -, poniendo en tela de juicio la operatividad de las mismas. Sin embargo la capacidad de vuelo no se mide por los años sino por las horas de vuelo remanentes que tengan, y claro esta, el mantenimiento que se les de a lo largo de su vida.

Un Tamiz captado en la base aérea de Murcia-San Javier. Foto: Chris Lofting, vía Wikipedia.

En el caso de los T-35C españoles los mismos no fueron dados de baja por esto sino por falta de piezas, algo que la FARD tiene cubierto, de acuerdo a lo que vemos en el comunicado emitido.

El caso de El Salvador y los Cessna A-37B

Este escenario lo hemos visto en otros países como El Salvador, que adquirió en 2013 diez unidades del Cessna A-37B retiradas en 2009 por la Fuerza Aérea de Chile. Estos, a pesar de tener más de 30 años de fabricación, estaban en mejor estado que los A-37B de la Fuerza Aérea Salvadoreña (FAS), que tenían mucho desgaste por su uso en la guerra civil que tuvo lugar en ese país entre 1979 a 1992.

Con pocos A-37 en operación, la FAS tenía en mente reemplazarlos con Super Tucanos brasileños, aunque esto al final no se concretó por temas económicos.

El costo total de esa compra fue de US$8.7 millones de dólares incluyendo repuestos para los mismos, y 10 años después aún se mantienen en vuelo los Dragonfly en la FAS, y por lo visto se mantendrán algunos años más operando. Esto les ha permitido mantener capacidad de combate hasta que puedan adquirir un sustituto a largo pazo para estos aviones.

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Los A-37 provenientes de Chile han mantenido activa la flota de este modelo en la FAS. Foto: Ricardo Alas.

En el caso dominicano cada T-35 Pillán adquirido a España tuvo un precio de 140 mil euros – cerca de un millón por la flota completa- y no es necesario capacitar personal para la operación y mantenimiento de los mismos, lo que se traduce en ahorro de dinero para la FARD. Y dado que los ¨Tamiz¨ están en buen estado tampoco es necesario realizar costosas reparaciones para integrarlos a servicio.

Si tomamos estos elementos en cuenta se puede decir que la compra fue un acierto que permite mantener la formación de pilotos en el corto y mediano plazo hasta que se completen las 10 unidades del TP-75 Dulus, en caso de que decidan reemplazarlos con estos aviones o con otro modelo de prestaciones similares.

Dos T-35 dominicanos captados en la base aérea de San Isidro. Foto: Jimmy Lorenzo.

Foto de portada: Jimmy Lorenzo.

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Lic. en Comunicación Social, despachador de vuelos y piloto privado. Creador y administrador de Dominicana Vuela. Amante de la lectura, música y café.
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