A-29 Super Tucano. Un avión que en poco mas de una década de operación ha captado la atención de todos en el mundo de la aviación militar, gracias a su eficacia en operaciones, junto con un mantenimiento barato.
Pero también han captado la atención por un sonoro caso de corrupción relativo a la adquisición de estos por parte de la República Dominicana.
Antes de los Super Tucanos
Después de la puesta en retiro de los Cessna A-37B, en 2002, la República Dominicana empezó un proceso en la búsqueda de una nueva aeronave de combate que tome la vacante dejada por los venerables Dragonflys.
Se llegaron a barajar varias opciones, entre ellos el entrenador avanzado a turbohélice Beechraft T-6A Texan II, versión con capacidad de ataque del conocido Texan II. Era inferior en velocidad a los A-37B y en capacidad de armamento, aunque suponía un gran avance tecnológico.

Los Texan II llegaron a ser mostrados a la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) en su base de San Isidro, sin embargo se desecho esta opción al no ser considerada la más propicia, siguiendo pues la búsqueda de una nueva aeronave.
En el año 2006 se contempló la posibilidad de poner en vuelo a 4 de los 5 A-37B restantes con tal de volver a patrullar los cielos del país así como de combatir el narcotráfico. Para tal fin se evaluaron las 3701, 3702, 3703 y 3707, que se encontraban en San Isidro, con tal de ser enviadas a Chile para ser puestas nuevamente en estado de vuelo.
A pesar de que las aeronaves llegaron a ser evaluadas por técnicos y de inclusive ventilarse la propuesta en los medios de comunicación del pais, esta opción nunca prospero, siendo considerada insegura por muchos.

En el año 2007, durante el segundo mandato del ex presidente Dr.Leonel Fernández, se inician negociaciones para la adquisición de 8 a 12 unidades del EMB-314 Super Tucano, conocidos también como A-29B, fabricados en Brasil por la Empresa Brasileira de Aeronáutica S.A., mejor conocida como EMBRAER.
Estas aeronaves, evolucion del conocido T-27 Tucano, de la misma compañia, contaban con avanzada tecnología (en comparación con los A-37B), y su costo de operación era bastante económico, ademas de tener opciones de armamento superiores al T-6 Texan II estadounidense, estando ya en operaciones con Brasil y Colombia.
Finalmente, y después de mucho debate y controversia (de la cual hablaremos más adelante), en 2008 se aprueba la compra de dichas aeronaves por un monto total de 93.7 millones de dólares mediante un préstamo suscrito entre la República Dominicana, el Banco de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES), y Embraer. Las naves llevarían las matriculas FAD 2900 a 2907.
Las dos primeras aeronaves se recibieron en el país el jueves 10 de diciembre del año 2009, siendo estas las unidades FAD 2900, pilotada por el coronel HIlton Cabral Herrera, y la 2901 piloteada por el mayor Gabriel Medina Then. Ambos pilotos realizaron el vuelo con dos coroneles de la Fuerza Aérea de Brasil, que los acompañaban como copilotos.
Junto con los ST el gobierno también adquirió tres modernos radares a la compañía israelí ELTA, modelo ELM2106NG, con tal de rastrear incursiones de aeronaves ilegales en el país. Las 6 aeronaves restantes llegaron a lo largo del año 2010, siendo integradas de inmediato al servicio con la FAD.
El éxito de las aeronaves no se hizo esperar; para 2011 las trazas de vuelos ilícitos en el país había bajado de manera drástica gracias a la acción de los A-29 los cuales, a pesar de que al momento de publicarse este articulo no han llegado a derribar o forzar al aterrizaje alguna aeronave, si han disuadido los intentos de entrar en territorio dominicano, de acuerdo a las autoridades.

Pase de los 8 A-29 durante el desfile militar del 27 de febrero de 2012.
Igualmente las aeronaves han sido usadas para patrujalle costero, así también como en apoyo en operaciones a la Armada Dominicana y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Hasta el momento todas las unidades permanecen en operación, teniendo su centro de operaciones en la Base Aérea de San Isidro, en Santo Domingo. Sin duda que han cumplido con su misión; sin embargo, este no es el motivo por el que han alcanzado gran sonoridad en el país.
Escándalo de Corrupción
Los Super Tucanos dominicanos se han visto envuelto en una serie de controversias relativas a su compra que hasta el día de hoy permanecen. No es la primera vez que pasa; Cuando se adquirieron los ENAER T-35 Pillan de entrenamiento, en 1997, hubo denuncias similares de sobreprecio de las aeronaves.
La exsenadora por la provincia de Puerto Plata, Ginette Bournigal, denuncio actos de corrupción en la compra de las aeronaves, diciendo que estas fueron vendidas por US$2.7 millones por avión, cuando su precio de fábrica era (en aquel tiempo), de unos 420 mil dólares.
Al final tales denuncias fueron infundadas, aunque sentaron un precedente en ese aspecto, el cual nuevamente revivió con los Super Tucanos.

Como mencionábamos anteriormente, desde las negociaciones para su compra las referidas aeronaves fueron motivo de controversia. Lo primero que los críticos mencionan es que su adquisición no se realizo vía licitación pública, según lo establece la Ley No. 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, lo que fue el primer estallido de protestas entre sectores políticos y de la sociedad civil.
Otro punto que se critico y que mencionamos anteriormente fue el precio de la aeronave, el que era de unos 11.7 millones de dólares, frente a los 9.3 millones que costaba la unidad a precio de catalogo.
Se ha hablado de un sobreprecio de las Super Tucanos (el mismo caso se vio en El Salvador, donde se desistió la compra de dichas aeronaves y se prefirió adquirir 8 Cessna A-37B a Chile, en 2013), lo que genero acalorados debates sobre ese punto.
Algo a tomar en cuenta es que por lo general cuando se presentan esos casos de precios mayores a los de catalogo usualmente se debe a que el monto adicional representa cosas como entrenamiento, garantía, piezas, etc., en especial cuando se compra un nuevo modelo (ejemplo: Perú y la adquisición de los C-27J Spartan).
A pesar de que esto estaba incluido en el contrato, esto no fue propiamente explicado a la ciudadanía, lo que genero muchas criticas.

La investigación
La compra finalmente se concreto, y durante un par de años el caso bajo de intensidad hasta el año 2013, cuando se publica en el diario estadounidense “The Wall Street Journal” una noticia en el cual se informaba la investigación de parte de las autoridades brasileñas y estadounidenses a Embraer sobre un supuesto soborno de US$3.4 millones relativo a las aeronaves.
El mencionado soborno seria a un funcionario dominicano para facilitar la adquisición de los Super Tucanos por parte de RD, donde se mencionaba al coronel de la FAD Carlos Piccini, quien fungió como director de Proyectos de las Fuerzas Armadas en 2008, como persona involucrada en dicha acción.
El mismo medio estadounidense publica en septiembre de 2014 un reportaje referente al mismo tema, en el cual se informaba de que las autoridades brasileñas acusaban a ocho empleados de la compañía Embraer de haber estado involucrados en sobornos a las autoridades dominicanas para la compra de los A-29.

Podría decirse que el caso acabo de estallar cuando el 16 de marzo del 2016, el Wall Street Journal lanza a la luz una publicación en la cual un consultor de la compañía brasileña, Elio Moti Sonnenfele, declaro haber sido la persona usaba por la compañía para el pago del soborno al coronel Piccini, con tal de agilizar la compra de las aeronaves, quien los destinaria a un senador que facilitaría la compra de las aeronaves.
El 10 de agosto del mismo año el juez de instrucción del Distrito Nacional, José Alejandro Vargas, ordeno arrestar al coronel de la FARD Carlos Piccini, asi como al exministro de las Fuerzas Armadas, mayor general retirado Pedro Peña Antonio, dada la vinculación de ambos al caso de corrupción, junto con los los empresarios Daniel Aquino Hernández y su hijo Daniel Aquino Méndez.
Un día después el nombre del senador por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Luis René Canaán, sonaba en los medios de comunicación como el posible senador que recibió el soborno y facilito la compra de las aeronaves.
Este, quien está bajo investigación por parte de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) al momento de publicarse este artículo, se declaro inocente de dichas acusaciones.
El general Peña fue dejado en libertad el sábado 19 de agosto, después de durar unos cuatro días en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, desde el martes 16, siendo investigado por las autoridades. Misma suerte corrieron los empresarios Daniel Aquino y Daniel Mendez.
Mientras tanto el coronel Piccini recibió tres meses de prisión preventiva en la cárcel de Najayo mientras se realizaban las investigaciones.
Hay que señalar que no solo Embraer se ha visto envuelta en escándalos de corrupción; también otras compañías brasileñas, como la constructora Odebrecht y la petrolera Petrobas que se han visto afectadas por estas situaciones, que han puesto a Brasil en una situación de grandes protestas en la sociedad.
La propia presidenta Dilma Rouseff fue impedida de realizar sus funciones por el Congreso de ese país en mayo de 2016, debido a su relación con hechos de esta naturaleza.
Un punto a destacar es el gran interés de los EEUU en este caso, esto debido a que Embraer cotiza en la bolsa de valores de dicho país, aunque algunos comentan que es en parte una represalia debido al gran éxito que ha tenido el ST frente al T-6C Texan II de ese país.
Que tanta verdad tendrá este último punto, solo el tiempo lo dirá.

Fuentes:
Lic. en Comunicación Social, despachador de vuelos y piloto privado. Creador y administrador de Dominicana Vuela. Amante de la lectura, música y café.
3 COMMENTS
Comments are closed.