En Republica Dominicana muchas personas aún recuerdan el rugir de las turbinas de los Cessna A-37B dominicanos, y al igual que sus hermanos en Latinoamérica es una leyenda para los fanáticos de la aviación militar. Su historia en RD, a pesar de ser relativamente corta, no deja de ser interesante.
¿Por qué se compraron estas aeronaves?
La llegada de estos aviones se precede con la salida de servicio de un avión icono en la FAD y a nivel mundial, el P-51 Mustang. 1984 fue el año de retirada de estas míticas aeronaves, cumpliendo un extenso periodos de servicio de 36 años, desde 1948, siendo la última fuerza aérea del mundo en operarlo.
Varias aeronaves se analizan para la sustitución de los Mustang. Una de ellas fue el AT-27 Tucano, de la compañía brasileña Embraer, precursor de los actuales Super Tucanos que opera la FARD. Este es un avión de entrenamiento con capacidad de ataque a tierra el cual ha tenido gran éxito en muchas fuerzas aéreas de Latinoamérica, pero que la FAD no considero como adecuado para sus requerimientos.
Otra aeronave que estuvo entre las evaluadas por la FAD fue el entrenador jet CASA C-101 de origen español, el cual tenia por igual capacidad limitada de ataque a tierra, así como de intercepción a alta velocidad al tratarse de un jet.
Hubo un ofrecimiento de 15 unidades al país, aunque al final la venta no se concretó.
Del lado estadounidense la propuesta fue el cessna A-37B Dragonfly. Este avión fue usado en Vietnam con mucho éxito en contra del Vietcong en ataques a tierra, sin sufrir baja alguna en combate. El gobierno dominicano quería unas 16 unidades del referido avión pero solo recibe 8, compradas vía el Programa de Asistencia Militar (MAP, por sus siglas en inglés).
Este avión, a pesar de no ser un avión concebido para intercepción aérea propiamente (como sus contemporáneos F-4 Phamton, F-5 Tiger o los propios Mustang en su tiempo), si cumplían con la labor que desarrollaba la FAD de interceptar aeronaves con drogas y de patrujalle costero.
Junto con estos también llegan 5 cessnas OA-2 que los complementaban en estas labores.
Llegan al país los A-37B
Las primeras 3 unidades de los Dragonflys llegan al país en junio de 1984, arribando las 5 unidades restantes a lo largo del año. Estas aeronaves venían de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y al ser sustituidos por el A-10 Warthog pues pasan a diferentes unidades de reservas de la USAF.
Vinieron con el esquema de camuflaje “vietnamita”, verde con marrón, similar al que porto este modelo durante la Guerra de Vietnam, y con los seriales 3701-3708.
A mediados de los ’90 se les aplica un nuevo esquema a los A-37B dominicanos siendo el mismo camuflaje, pero con patrones diferentes y con fauces de tiburón que sería uno de los detalles más distintivos de esta aeronave.
Desde su llegada, los A-37B pasaron a ser un icono de la aviación dominicana, donde sus estruendosos motores eran su carta de presentación, volviéndose uno de los favoritos de la población dominicana en los desfiles militares con sus acrobacias
La época de los Dragonfly en RD
Los dragonfly dominicanos nunca entraron, afortunadamente, en conflicto bélico.El único incidente que se registro fue el de una Piper Navajo, matrícula N37490 derribada el 14 de diciembre de 1986 en la zona de Cabo Rojo al negarse a seguir las ordenes de un OA-37B. Esta supuestamente iba cargada de drogas.
Este hecho no está muy claro en la historia ya que algunos dicen que la aeronave nunca fue derribada sino que la forzaron a aterrizar, aunque al momento no se tienen datos que confirmen esta versión.
El armamento de los A-37B dominicanos eran su cañón interno de 7.62mm junto con bombas de caída libre y lanza coheteras de diversos tipos.
El tiempo de vida los A-37B dominicanos fue corto; solo duraron unos 17 años en operación debido a problemas de mantenimiento y accidentes con la flota que ocurren poco tiempo después de su llegada.
Los accidentes de la flota
A los pocos meses de entrar en operación la unidad 3703 sufre desperfectos mecánicos que le obligaron a realizar un aterrizaje de panza en el Aeropuerto las Américas, dejándolo inoperable.
También las unidades 3708 y 3705 salen de servicio al año de haber llegado y dejadas como suministro de piezas para las otras 5 aeronaves.
Un accidente muy recordado fue el ocurrido en noviembre de 1996 en la Base Aérea de San Isidro. La unidad 3706 se accidento en la pista tratando de realizar una maniobra de espejo invertido junto con otro A-37B a poca altura, matando a su tripulación.
El vuelo era parte de un acto donde se encontraba presente el entonces presidente de la República, Dr. Leonel Fernández.
Otra unidad que se accidento fue la 3704 en el año 2001 cuando despegaba de la Base Aérea de San Isidro debido a problemas mecánicos que provocaron la salida de la aeronave de la pista cuando los pilotos intentaban detenerla.
Los pilotos Mayor Hilton Cabral Herrera y el capitán Wilfredo del Candelario Aponte salieron con vida pero la nave se perdió totalmente. Para 2001 solo quedan dos unidades en estado de vuelo, y ese mismo año las retiran de servicio dada la dificultad para mantenerlas en vuelo.
Las unidades restantes se almacenan en los hangares de la FAD (3707 y 3701) o puestas en exhibición en la Base Aérea de San Isidro (3703 a la entrada de esta y el 3702 en el techo del Club de Oficiales).
A pesar de esto, los A-37B siguen sonando por un tiempo más en la vida pública, aun cuando no volvieron a alzar vuelo jamás.
En 2006 sale a relucir un escándalo por la venta de 4 turbinas J85, las usadas por los A-37. Una de ellas a la Fuerza Aérea Colombiana y las restantes a un museo en EEUU.
Por esto se acuso al ex jefe de la FAD entre 2002-2004, Mayor General retirado Virgilio Sierra Pérez, así como a dos coroneles y un empresario a quienes se les había encargado el arreglo de las turbinas en la ciudad de Miami, EEUU, y que habría efectuado la venta de los referidos equipos.
¿Regresan los A-37?
En 2006 se habla de la posibilidad de poner en vuelo a 4 de los 5 A-37B que aun se encontraban almacenadas. Para eso se evalúan las 3701, 3702, 3703 y 3707 almacenadas en San Isidro para enviarlas a Chile y ponerlas nuevamente en vuelo, cosa que no sucedió.
Para sorpresa de muchos dos de los A-37B dominicanos consiguieron un segundo chance con la Fuerza Aérea Colombiana, el 3701 y 3707, luego de más de 15 años sin volar, bajo las matriculas FAC 2187 y FAC 2188.
A pesar de los años muchos aun recuerdan estas aeronaves y el peculiar sonido de sus motores quedara en la mente de muchos dominicanos.
2020 update: La unidad 3702 se exhibe actualmente en el parque museo ubicado en la base aérea de San Isidro, inaugurado a mediados de 2020.
Y ya que llegaste hasta el final de este artículo, no te pierdas nuestro video sobre estas legendarias aeronaves:
Foto de portada: Rafael Martí.
Fuentes
-Darling,Kev. Tweet and Dragonfly: the history of the Cessna T-37 and A-37,Lulu.com, Noviembre 2015
-Datos y fotos provistos por el Sr.Rafael Marti
Lic. en Comunicación Social, despachador de vuelos y piloto privado. Creador y administrador de Dominicana Vuela. Amante de la lectura, música y café.
Hola,
He escuchado de una azaña realizada por un piloto de la FAD a quien apodan desde entones como ‘el brujo». Tienen alguna información al respecto?
Saludos Jose, no tenemos información sobre el mismo, pero si conseguimos algún dato lo publicamos, ¡cuenta con eso!
Gracias por esta informacion buen contenido.
Muchas gracias Víctor 😀